martes, 30 de diciembre de 2008

SABIDURIA DE LA INDIA I



SÉ COMO UN MUERTO


Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que paulatinamente iba impartiendo la enseñanza mística. El cielo se había teñido de una hermosa tonalidad de naranja-oro, cuando el maestro se dirigió al discípulo y le ordenó:
–Querido mío, mi muy querido, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos.El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro.
–¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro.
–Nada dijeron.
–En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante:
–¿Qué te han respondido los muertos?
–De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo.Y el maestro concluyó:
–Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.

*El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.

Fuente;
Historias Espirituales de la India de Ramiro Calle


2 comentarios:

ARD dijo...

Una bonita historia, parece fácil pero el problema se presenta cuando la naturaleza humana necesita del contacto con otros humanos, permanecer en uno mismo es algo que solamente despues de muchos reveses se puede hacer, y tal vez en ese momento se descubre que no hay ningún "uno mismo" solo un espacio donde puede ocurrir o no ocurrir cualquier cosa.
Saludos

ConoZente dijo...

Tienes razón el problema suele ser la convivencia con los demás y que tenemos la mente parloteando como si fuera"una jaula de loros" pero aunque sea difícil creo que no es imposible.Cuando se deja de lado al ego aunque sea efímeramente desaparece el "uno mismo" y se es uno con todo lo creado.Gracias por tu reflexión y espero y deseo que no sea la última.Saludos.