Los grandes hombres, las grandes mujeres son esos, esas, que nunca suelen aparecer retratados en la historia; que sólo sus contemporáneos han conocido y conocen. Salvo raras excepciones, llegan a nosotros la historia de estas vidas pasadas o presentes que merecen realmente la pena ser escuchadas y tomadas como ejemplo, aunque para los protagonistas de estas, nada más lejos de su intención que ser una referencia.
Son vidas de mujeres y hombres (el orden da igual) que han seguido los dictados de su corazón, que han estado en contacto con su interior; con la naturaleza, con el mundo, aportando luz a esta bendita tierra.
Sus vidas no se estudiarán en los colegios, no pasarán a la historia como reyes, políticos, hombres de ciencia etc. pero su peso y contribución al bienestar de los suyos, del planeta, sí ha dejado y deja huella.
No perdieron el contacto con su cultura, sus costumbres, supieron entender que todos somos UNO y que el mal que hacemos nos afecta a todos los seres humanos, animales, plantas y a la tierra en general.
Son y han sido la savia del árbol, la sangre de este Corazón gigantesco que formamos todos los seres vivos y que por sus venas corre sangre limpia y pura, regenerando y dando vitalidad a un cuerpo que lo necesita (la tierra y sus habitantes).
ConoZente
2 comentarios:
Esas personas son las que hacen que sintamos fuerzas, porque haberlas las hay en todos los sitios y en todos los tiempos. Generaciones de Bien, Legados de Paz...
No existen los Anónimos.
Besisssss!!!!! :)
Tienes razón personas buenas las hay y las ha habido siempre da igual donde han nacido y cual ha sido su cultura.Efectivamente nadie somos anónimos y todos somos importantes y necesarios en este planeta.Tenemos mucho que aportar y cuando aprendamos a hacer el bien todos saldremos ganando.Besos.
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